Si la estrella más formidable pereciese esta noche, quizás fuera mi culpa, debí haberla visto con mas asombro y menos nostalgia, quien sabe, quizás mis febriles lagrimas tocaron su exterior y las hiriera no lo sé…rol frio que extinguió mi alegría quizás ayudaron en aquella muerte, pero, no lo sé...sería la culpa dueña de mis pensamientos, o la insensatez provocada como tal…no lo sé….
Debería en este momento disipar toda penuria, y evocar aquella gris felicidad…luego de tanto tiempo y ya muerta las angustias, desolada la noche, y en plena tempestad, ya nada queda...solo despertar
Una, dos, cinco luces enalbaban la fresca mañana de enero, que tan dulces sus contornos, que orbitaban dentro de sí...di pudiésemos frenar aquel incitante dolor...pero cómo?, como!
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