Y una vez mas... ahí estaba...
la muerte acechandome...esperándome gozosa...
la vida escapándose por mis poros...goteando lentamente...huyendo..El tenue carmín diluyendose con la nada...no escucho nada...no siento nada...
escapándose la verdades y mentiras...revolviéndose con las fantasía...
Y la realidad esperándome...con los brazos abiertos...
Reduciéndome a solo cenizas...abrazándome...asesinandome...
Esperaba que me salvaras...pero solo vi tus lágrimas doradas caer petulantes en el brillante piso...
no sentías mis gritos ahogados...no escuchabas la cesación en mi garganta...
El sueño...la pesadilla...recién empieza...
Traicionandome...hiriendome...
Y aquel reflejo...vacio y apocaliptico...esperando surgir en una noche de luna...
Las fuerzas se apagan...mi vida se evapora ante tu presencia...
No soy mas una humana...
Y mas de tus lagrimas...desdichadas gotas sin sentimiento...
Tu sonrisa aroogante...dicha sin precedentes...
Tu locura enigmatica...
Y por supuesto, como olvidarlo...Tu corazon de hojalata...
Mi corazón de hojalata, que retiñe y retiñe en el hueco vacío.
ResponderEliminarNo tiene sentido, no, no lo tiene.
Es que realmente aquello. Realmente la sombra baña a la luz con tono sombrío?
O es aquella esperanza, la que tiñe de verde por donde pasa, sacando lo amarillo para que todo sea dorado.
O cual brillo sea fuerte azul teniendo tu mano?
Sí la muerte plácida y casi extasiada espera con gozo mi entrega o empujo, mas me entrego plácido al dolor y desesperanza porque en mi está la calma. Rayo de amor sacia todo de rojo, cual calor quema todo sin consumir y estrella en un haz de colores que ensalsa la vida.
Muerte, ven muerte, que la que pierde eres tú y no yo.
Tu corazón verdadero se destruyo por si solo…
ResponderEliminarEn aquel hueco vacio, ya no hay emociones….
Mi amado asesino…cuanto habéis planeado mi muerte?
Tenias aquellos sueños? Aquel era el sentido de tu existencia y la extinción de la mia..?
La sombra de la muerte me había perseguido desde el momento en que tú, lleno de sed de sangre prometiste nuestra condena…tú a la locura y yo al olvido…
Amado…no pensaste en mis esperanzas? Aquellas eran como aromas desplegándose a mi alrededor…volando alto, sin poder ser capturadas…verdes, amarillas, doradas y de cientos de colores…
La muerte, me acechaba y tu le diste el paso libre…como un loco enamorado volcaste tu amor hacia ella…tu calma…tu dolor vacio y tu ciega desesperanza…
El calor que me abraza y me vuelve cenizas decepciona…no puedo atarme a la vida ahora que tu me diste la despedida…
Los únicos que hemos perdido aquí…somos tú y yo. Tu muerto en vida y yo muerta en brazas.