Hay libros que jamás voy a leer y palabras que nunca diré.
Hay lugares maravillosos que no podré ver y cimas que no
alcanzaré.
Estar vivos representa la promesa de morir, es lo seguro, lo
posible.
Hay información que nunca aprenderé e investigaciones que
nunca llevaré a cabo.
Hay miedo que no superaré y fronteras que no cruzaré.
Somos egoístas y queremos ser recordados. Nos empeñamos en
ellos con actos buenos y malos.
Hay tallas de peso en las que no encajaré y postres que no
voy a preparar.
Hay tantas cosas que no haré, que no haremos, que no harán.
Es extraño, unos lo piensan mucho y otros no quieren pensar.
El día en que muera sabré que las cosas que no hice valdrán
igual.
Y esperaré que las que sí hice, escritas o no, me mantengan
existiendo.
Porque al final del día todo lo que queremos, es permanecer
vivos o no sentirnos muertos.
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