No te vayas, no te pierdas
no me hagas buscarte nunca más.
Odio pensar que desapareces,
que no regresas jamás.
Voy a susurrar tu nombre cada noche
como el rezo de un reo a su dios.
Y solo en mi mente sobrevivirán las ideas,
de lo que puedo ser y no sucedió.
La próxima vez que te vea
fingiré no acordarme de ti.
Tú creerás en mis palabras,
me mentiré incluso a mí.
Engañar no es tan difícil,
ni se necesita vocación.
Sólo lidiar con los pedazos
que queden de la razón.
No escribiré relatos hermosos
ni siquiera cambiaré la realidad,
la siguiente vez que veas mis ojos,
sé que sabrás la verdad.
Y fingiré no querer abrazarte
incluso si no te quiero soltar,
regresaremos a los viejos tiempos,
a pesar de la sensación de amar.
En noches sin luna como ésta
escribiré malas rimas a lugar.
Las letras seguirán siendo letras,
mientras espero la ansiada paz.
¿Por qué escribo? Escribo para ser feliz me paguen o no por ello. Es una enfermedad haber nacido así. Me gusta hacerlo. Lo cual es aún peor. Convierte la enfermedad en un vicio. Además, quiero hacerlo mejor de lo que nadie lo haya hecho jamás. (Ernest Hemingway)
No escribo porque me sobra el tiempo, lo hago porque me hace realmente feliz. El verme esenciada en mis personajes, más humana, más cruel...realmente no tiene precio.
No escribo porque me sobra el tiempo, lo hago porque me hace realmente feliz. El verme esenciada en mis personajes, más humana, más cruel...realmente no tiene precio.
domingo, 28 de abril de 2013
miércoles, 3 de abril de 2013
Muertos y no tan muertos
Me gusta la gente muerta y la que se está muriendo. Cuando leo sus letras, veo sus pinturas, escucho su música, cuando siento sus poesías...como añoraría que siguieran vivas. Quisiera preguntarles sobre sus pensamientos, sobre la forma en que vivían, sus sentimientos, sus pasiones. Creo que debo tener un problema porque adore a esta gente muerta o a la que se está muriendo, pero-por supuesto, debe haber un pero-este problema es uno de mis problemas favoritos. De esos que te mantienen desvelada en una noche lluviosa o inmersa en una tarde soleada, entonces-los entonces son parte de las mejores historias-pienso en ellos, en sus escritos, arte y ciencia. Y ya no están muertos, porque los traigo a la vida. Mi gente muerta favorita, y vaya que no tan muerta como explico, jamás imaginaron que los citaría, que lloraría por ellos y con ellos, que anhelaría conocerlos y que los traería a la vida.
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