Ya no recuerdo tus ojos y es extraño, pensé que grabaría su color en los míos.
Y tampoco recuerdo tu boca, tu nariz, tus orejas, las medidas de tu rostro.
¿Mi memoria está fallando o has faltado tanto que tu recuerdo es vano e impreciso?
¿Qué escribías?
¿Cómo escribías?
¿En qué pensabas?
Y sonrío. Ha pasado finalmente. Te has desvanecido.
Entonces, recuerdo tus ojos, tu boca, tu nariz, las medidas de tu rostro.
Tus escritos, tus pensamientos.
Entonces existes. Otra vez, maldita sea, otra vez existes.